Las arrugas son tanto un testimonio de nuestro bagaje personal como un síntoma de envejecimiento dérmico indeseable, al que podemos poner freno con la aplicación de los productos adecuados.


cremas antiarrugas

Como ocurre con cualquier producto médico o estético, es importante asesorarse antes de comenzar a aplicarlo. Te contamos qué son las cremas antiarrugas, cuáles son sus efectos y cuál es el momento idóneo para comenzar a emplearlas, además de presentarte algunas de nuestras soluciones específicas.

¿Qué son las cremas antiarrugas? 

En el ámbito dermoestético entendemos por cremas antiarrugas aquellas fórmulas que disminuyen las líneas estáticas y dinámicas de la piel que aparecen como consecuencia del envejecimiento de la misma, sea de forma independiente o en el marco de tratamientos más amplios. 

Evidentemente, el paso del tiempo (lo que llamamos envejecimiento intrínseco o cronoenvejecimiento) es parte de la naturaleza de las cosas. No obstante, el denominado “envejecimiento biológico de la piel” es una suma de factores genéticos y epigenéticos (extrínsecos, tanto ambientales como conductuales) que sí puede frenarse. 

Las manifestaciones de este envejecimiento cutáneo son, evidentemente, las arrugas. Pero podemos destacar otras como: 

  • Pérdida de luminosidad 
  • Pérdida de firmeza 
  • Aparición de arrugas 
  • Pérdida de densidad 

Estos efectos aparecen de forma progresiva a lo largo de la vida, y es posible actuar directamente sobre cada uno de ellos si empleamos la solución dermatológica con las funciones específicas adecuadas. O, para abordarlos en su conjunto, realizar un tratamiento antiedad integral y personalizado de la mano de profesionales

¿Qué hace una crema antiarrugas? 

Como acabamos de decir, una buena crema antiarrugas tendrá una composición orientada a combatir uno o varios de estos efectos que mencionamos. 

  • La pérdida de luminosidad es el fenómeno más temprano asociado al envejecimiento cutáneo.  La piel se opaca al iniciarse la disminución de aminoácidos, proteínas y agua transepidérmica.  En estos casos nos interesa frenar la liberación de radicales libres mediante antioxidantes
  • La flacidez es la gran señal de alarma que solemos tomar en cuenta para comenzar a cuidar nuestra piel: la capacidad de síntesis de los fibroblastos de reduce, y bajan los niveles de colágeno y elastina. Necesitamos tensores que reestructuren los elementos constitutivos de la dermis, como son los péptidos. 
  • ralentizar el deterioro a nivel celular y fomentar la diferenciación de queratinocitos, algo para lo que el retinol parece hecho a medida. 

¿Cuándo empezar a usar una crema antiarrugas? 

De nuevo, el momento de empezar a usar cremas antiarrugas dependerá de la etapa de nuestra vida en la que nos encontremos en términos de envejecimiento cutáneo. De tal forma que no existe una regla universal, y así nos lo demuestra la experiencia cotidiana; una persona de treinta años podría verse ya con patas de gallo, mientras otra de cincuenta podría presentar todavía una piel tersa y luminosa. 

No obstante, sí existe una secuencia en la aparición de los grados del envejecimiento cutáneo. En esta secuencia, la pérdida de luminosidad suele anteceder a la pérdida de firmeza de la dermis, y esta precede a su vez a la aparición de arrugas profundas y la pérdida de densidad dérmica

A partir de los 20 años es importante empezar a ofrecer a la piel recursos que ayuden a retrasar la aparición de los signos de envejecimiento: limpiar el cutis a diario, hidratar la piel con la crema adecuada y, sobre todo, protegerla del sol. 

De todas maneras, buena parte de los síntomas son progresivos; es decir, aparecen de forma tenue en las fases tempranas y van agravándose con el tiempo. Pongamos por caso la definición del óvalo del rostro: será mucho menos perceptible en la treintena que en la sesentena, pero los signos de fatiga mecánica, pérdida de volumen y reducción de la elasticidad ya están ahí. Por ello, es importante prevenir que vayan en aumento.

Soluciones mesoestetic® para cada fase de la vida de la piel 

Por todo lo explicado anteriormente, seguimos teniendo presente la segmentación del envejecimiento cutáneo en grados como principio a partir del cual presentar soluciones específicas. Es la forma más eficaz de diseñar fórmulas realmente eficaces para enfrentar las arrugas en cada paso de su evolución. 

Una piel joven es una piel sana 

Para asesorarte sobre los tratamientos y productos más adecuados para ti puedes acudir a tu centro mesoestetic® más cercano.