El contorno de ojos es una zona especialmente delicada que cuenta con unas características anatómicas diferenciadas que explican que el tratamiento deba ser específico:
La piel es 5 veces más fina que en el resto de la cara.
El drenaje linfático es complejo y muy sensible a factores externos e internos.
Es una zona altamente irrigada, con muchos vasos y pequeños capilares.
Confluyen 22 músculos periorbitales subyacentes, en continua gesticulación.
Los paquetes lipídicos en la parte superior e inferior del ojo dan soporte y turgencia a los tejidos y tienden a disminuir con la edad.